Ya lo sabía antes de conocerte y lo comprobé cuando te vi. Siempre supe que llegarías y también que te irías sin mí. Nuestro amor es eterno, pero no físico. Mi alma te hace el amor por las noches y te escribe cartas usando de lienzo las estrellas. Te amo en el viento y te quiero en infinitos que se rompen y se vuelven a construir. Ya sabía que no te quedarías, pero aun así te volvería amar. Te seguiré amando incluso entre silencios y la distancia no marcará nuestro fin. Incluso siendo ancianos sé que ambos sonreiremos recordando y sabiendo que el olvido nunca fue el fin. A ti siempre te recordaré.
Recordando a un loco soñador que hoy grita despertar.A mi esposa la que Dios creo para mi en las buenas y en las malas recuerdas amor mio.
domingo, 5 de junio de 2022
martes, 31 de mayo de 2022
Sanadora
Cuando un hombre elige a una mujer que cura las heridas colectivas como una misión de vida, su Sí por ella equivale a un Sí con un propósito mayor que va más allá de construir una casa o criar hijos. Su conexión va más allá del cumplimiento de los modelos de rol clásicos de género.
Este hombre acepta el trabajo de proteger la espalda de esta mujer, de contenerla cuando se desgaste transformando el sufrimiento de la humanidad. Para él, se trata de dar la bienvenida a la lentitud, la suavidad y la curación, de contener o redirigir su propio impulso, de estar presente para el conjunto, y no solo para su propia necesidad.
Porque cuando un hombre elige a una mujer que aspira a la libertad, solo pueden lograrlo juntos. Requiere dejar sus aspectos narcisistas atrás y reconocer el camino de la mujer como su propio camino hacia la libertad.
Cuando un hombre elige a una mujer que es 'grande', no puede morar en los lugares de energías de opresión o de juego pequeño. Él, si decide emprender esta misión con ella, acepta una tarea que sirve al bienestar de todos los hombres, aunque esto ocurra como trasfondo.