martes, 27 de septiembre de 2016

Viaje




Cerrando los ojos camine por senderos
desconocidos y llore, de miedo y soledad.
Y comprendí que siempre estaba solo
que nunca alguien me dio un amor de verdad
ahí entre  gente extraña, me vi…más solo que
 nunca, mire  tantas veces mi móvil hasta
 comprender que quien no tiene nadie, nadie
 lo espera, nadie le llama.
La soledad sigue aquí, no era el lugar donde
me encontraba, la soledad soy yo.
Yo la llevo conmigo, nací con ella, crecí con ella
y ahora sé, que así moriré.
Ahora es momento de levantar la mirada
y ser lo de siempre, volver a sonreír y
fingir, fingir estar bien, hacerle creer a la gente
que todo está bien, darle un consejo tus hijos
o a tus amigos, tal vez a tus compañeros,
 sin atreverte a confesar todo lo que no
fuiste capaz de hacer, que el miedo de venció
y mató el más grande de todos los amores
el nuestro.